Por: Dr. Jesús Armando Ramos Franco
Se refiere al crecimiento no maligno de la glándula prostática. Ocurre en el 80-95% de la población masculina mayor de 50 años. Es uno de las causas de consulta más frecuente en el ámbito urológico en nuestro consultorio.
Existen datos clínicos irritativos y de vaciamiento. Los de vaciamiento son: pujo, chorro intermitente, deficiencia para vaciar efectivamente la vejiga al orinar (orina incompleta). Los datos irritativos son la frecuencia (ir a orinar más seguido de lo normal), levantarse en la noche en repetidas ocasiones para orinar y la urgencia urinaria.
El diagnóstico se realiza mediante el uso de ultrasonido, cálculo de orina residual (la orina que queda en la vejiga después de orinar), en ocasiones el tacto rectal y se solicitan estudios complementarios como el antígeno prostático específico, examen general de orina para descartar un proceso infeccioso concomitante y algunas pruebas que nos orientan sobre la función renal como la creatinina y la urea sérica.
El tratamiento depende del grado de hiperplasia y de los síntomas que tenga el paciente; se utilizan medicamentos biorreguladores que drenan toxinas y mejoran la función de las células haciendo que el crecimiento de la próstata sea más lento de lo normal y promoviendo un mejor pronóstico del paciente de forma inocua y sin efectos secundarios. De igual forma se pueden utilizar medicamentos alópatas como los conocidos como bloqueadores alfa y los inhibidores de la 5 alfa reductasa en aquellos pacientes con un grado severo o que así lo requieran.
En medicina biorreguladora el seguimiento es igual al de urología alópata, ya que se solicitan estudios y se realiza el protocolo conforme la norma oficial mexicana para el tamizaje de cáncer de próstata.
El objetivo en los pacientes con grado moderado es evitar la saturación de medicamentos, mejor conocido como polifarmacia, evitar también los efectos secundarios de algunos medicamentos alópatas y sobre todo proveer un mejor pronóstico a los pacientes tanto en hiperplasia prostática como en el tamizaje, prevención y detección oportuna de cáncer de próstata.
Un organismo desintoxicado tiene un mejor pronóstico y eso se logra con un buen manejo biorregulador, una dieta adecuada, ejercicio aeróbico a tolerancia al menos 3 veces por semana y una buena salud sexual.
En casos de sospecha de malignidad y de cumplir con los criterios de derivación, se solicita interconsulta por urología para valoración y seguimiento.